22. La abuela y la orca enigmática
Sisoi está de visita con la abuela. No muy lejos de la choza de la abuela nadan orcas. La abuela se levanta y camina un rato por la playa. «¿Qué hace la abuela?» le pregunta Sisoi a sus padres. Gaméla …
Sisoi está de visita con la abuela. No muy lejos de la choza de la abuela nadan orcas. La abuela se levanta y camina un rato por la playa. «¿Qué hace la abuela?» le pregunta Sisoi a sus padres. Gaméla …
Traen consigo nuevas piedras para encender fuego, conocidas como pedernales, desde el lejano oeste. Gaméla, Sisoi y sus padres navegan en su canoa entre los glaciares. El hielo rechina y cruje de forma aterradora y sólo ven témpanos de hielos …
Después de varios días de viaje ven una choza abandonada en la costa, se la apropian. La choza está situada entre dos enormes pilas de conchas de mejillones vacías. El padre y Sisoi dejan su canoa muy cerca en la …
La nieve se ha derretido. La primavera pronto llegará. Sisoi sigue a su padre quien lleva un palo entre las manos. Parece que está buscando algo, con la cabeza agachada rastrea la orilla de la playa. A veces da unos …
La luz del sol se oculta, el día termina lentamente. El atardecer se ve acogido por Gaméla y Sisoi con más madera en el fuego. Al echar más hojas secas entre la leña, las llamas se elevan hacia el cielo …
Sisoi escucha a su padre hablando con el vecino-por-dos-noches. El vecino le ayuda a reparar la canoa. Los vecinos han tenido un largo viaje antes de llegado, vienen nada menos que del otro lado del canal conocido como Beagle. El …
Hoy es un día de descansa. Gaméla se recuesta sobre su madre, quien prepara la comida cerca del fuego. Cuando su madre se agacha, suena el collar que cuelga de su cuello. Gaméla se queda mirando fijamente al eslabón de …
(Continuación de la 6. La canoa en peligro) El agua del mar helada sigue entrando. Sisoi y Gaméla se concentran en sacar el agua de la canoa, pues el fuego no puede apagarse. Su padre ha terminado de pescar y …
Su madre lleva semanas dividiendo los alimentos en porciones cada vez más pequeñas. Se retuercen de dolor por hambre. Ya casi no queda nada, sólo seis mejillones y un pedazo de cormorán para comer. También quedan hongos secos pero son …