7. Alarma en la playa

(Continuación de la 6. La canoa en peligro)

El agua del mar helada sigue entrando. Sisoi y Gaméla se concentran en sacar el agua de la canoa, pues el fuego no puede apagarse. Su padre ha terminado de pescar y ahora puede ayudarles a sacar el agua. Sin embargo, la grieta al costado de la canoa se hace cada vez más y más grande, ya no tiene remedio. Desesperadamente gritan hacia la playa para pedir ayuda a sus vecinos de anoche pero el viento se lleva su llamada de auxilio. El padre y Sisoi no pueden nadar y la corriente es demasiada fuerte para Gaméla también. La madre es la única que cuenta con la experiencia para poder acercar la canoa a la playa.

De pronto oyen ladridos. Su perro, que se había quedado a cargo de los vecinos, los ha escuchado. Una cabeza se asoma desde la choza y rápidamente algunos hombres y la timonera corren hacia una de las canoas que se había dejado y la cual ponen rápidamente en el agua.Isla Navarino Puerto Williams 2010

El viento y la corriente son favorables para ir rápidamente hacia la canoa de Sisoi, Gaméla y sus padres que se hunde cada vez más. Los niños y el padre se suben a la canoa de sus salvadores. La madre sigue dirigiendo la canoa pero después de un rato se sube a la otra barca también. Remolcan la canoa y todos llegan sanos y salvos a tierra. Juntos queman más leña para encender más el fuego y para calentarse. El padre reparte el pescado fresco entre las tres familias. Los hombres repararán la canoa al día siguiente. Pero primero se acuestan y pronto Sisoi y Gaméla comienzan a soñar sobre…

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