6. La canoa en peligro

surroundings Tierra del Fuego (02)Eres capaz de soportar de todo si vives en un lugar en donde hay tormentas veinticinco veces al año. Sigues adelante a pesar de que el viento sople con intensidad, pues nunca se sabe si encontrarás un pez para la cena o si en algún lugar encontrarás un animal herido que ha tenido que abandonar a su grupo; algo que pasa de vez en cuando con lobos marinos que se quedan desahuciados.

El padre arrastra la canoa a la orilla del mar. El fuego de la choza los acompaña, lo llevan cuidadosamente en la canoa colocado encima de un montoncito de arcilla y piedras. Gracias a que la parte exterior de la canoa está mojada, a la arcilla y a las piedras, la canoa no se quema. Mantienen el fuego lento que da calor a los niños que se sientan junto a él para templar sus manos. Se siente bastante bien en ese frío. Cada uno toma su posición en la barca. El padre al frente con sus útiles de pesca a la mano. Gaméla y Sisoi en medio cuidando el fuego. La madre con el remo en la parte trasera. Ahí también hay una cesta con hierba seca para encender el fuego, un poco de pintura, dos conchas y unos pocos metros de cuerda; esas son todas las cosas que poseen.

La madre impulsa la canoa hacia las inmensas aguas del mar. La primera enorme ola se rompe justo enfrente de la canoa. La segunda ola cae parcialmente en la barca. Sisoi y Gaméla sacan el agua de la canoa con una concha grande. El padre al frente con la lanza de pesca al acecho. Un ave vuela rozando el agua y se sumerge. ¡Ajá! Por allá debe haber peces. El padre le indica a la madre hacia dónde tiene que dirigir rumbo de la canoa y ella rema con destreza hacia esa dirección. Eso requiere bastante tiempo debido al fuerte viento que parece que quiere dejarlos a la deriva. Pasan justo al lado de un macizo rocoso. El padre se levanta y decido pincha una caballa. Ve algunos más, los atrapa y los ata haciendo un manojo de peces. Hace mal tiempo por lo que tratan de permanecer en el mar lo menos posible. Todos desean que el clima mejore en la próxima temporada. Los niños sacan y sacan el agua, pero la concha se les resbala de las manos y se desaparece en las aguas profundas… la pierden. Miran en la cesta que está en la parte trasera de la canoa. Afortunadamente hay otra concha, pero es pequeña.
De repente llega una ráfaga de viento y la barca se va de lado. El padre se agacha rápidamente para evitar el viento. La madre continúa remando con cautela pero con fuerza. No muy lejos de la playa pueden ver su campamento y de pronto, algo pasa… Una roca afilada desgarra el costado frágil y delicado de la canoa, el agua helada entra a la canoa. ¿Cómo podrán llegar a tierra firme?

  • ¿Te gustaría continuar escribiendo esta historia? ¿Te gustaría hacer un dibujo o una fotografía de esta historia? Envíalo a mi correo electrónico y lo publicaré en tu nombre en la página web.
  • La continuación de esta historia: 7. Alarma en la playa