2. Balanceándose sobre el agua

2. Balanceándose sobre el agua

Con su brazo por el borde de la canoa, Sisoi se queda mirando en la distancia. Sus dedos tocan el agua con cada ola que la canoa atraviesa. Al ritmo de las olas se balancea con toda familiaridad de un lado al otro, de un lado al otro. Cuando era bebé ya se solía sentar en el regazo de su madre, quien seguía remando la canoa. En su regazo, la madre hacía su trabajo diario: remar, navegar, recoger mejillones para comer, amarrar la canoa. Una vez dejado a él y a su padre en la playa, la madre empuja la canoa hacía el agua y se sumerge en el agua con la cuerda en la mano. Ya abajo del agua la ata a una de las gigantescas algas marinas. Parece una selva submarina, se ve cómo crecen las algas marinas en las aguas cristalinas de la bahía Tekenica al suroeste de la isla Navarino. Afortunadamente Sisoi nunca tiene que nadar entre las temibles algas marinas ya que eso solamente lo hace su madre o su hermana. ¡Su madre y su hermana son las únicas que saben nadar! Los pensamientos de Sisoi se desvían al mundo submarino. ¿Qué aventuras experimentan los erizos de mar, los peces y otros animales desconocidos allí?

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