10. Fantasmas entre las llamas

La luz del sol se oculta, el día termina lentamente. El atardecer se ve acogido por Gaméla y Sisoi con más madera en el fuego. Al echar más hojas secas entre la leña, las llamas se elevan hacia el cielo por un momento. La choza se ilumina más y poco a poco aumenta la temperatura.

Es su deber mantener el fuego encendido, a Sisoi le encanta esta tarea. Su hermana suele contar una historia si el fuego arde con intensidad. Tal y como lo hará esta noche.

Gaméla se sienta en un macizo de musgo y mira fijamente al fuego. Entre las llamas bailan sombras. Sigue la oscuridad de las sombras y le dice a su hermano: «Veo un par de puntos aclarándose… van creciendo… parecen ojos que se van abriendo más y más y una boca que se va agrandando más y más … sigue siendo una sombra, pero una sombra de … »

¿Hay fantasmas entre las llamas? «No», susurra Gaméla, «no es un ser humano, es más bien un lobo marino. Pero se están reproduciendo… 2, 4, 6,… sin duda son 12. ¿Oyes eso Sisoi? Hacen mucho ruido, suena tan escalofriante, parece que me estuvieran llamando.»

Sisoi voltea a ver a su hermana, se ve diferente como si ya no estuviera ahí. Sí que está sentada junto a él pero su mente parece estar lejos, consumida por las sombras del fuego.
La voz de Gaméla viene de lejos y susurrando dice: «Lo entiendo, algo está pasando. Los escucho llamando a lo lejos, como dentro de niebla espesa. G … Ga … Ga … Gaméla … Gaméla …. ayúdanos… Gaméla … »

Gaméla se deja llevar, casi no ve nada, oye chillidos y una especie de ladrido. Le parece muy emocionante puesto que en su mente todo es real. Mira, parece un trozo roto de hielo. Gaméla se asusta por lo que ve: un pequeño lobo marino con mucha sangre en sus aletas.

Gaméla se pone de pie, agarra a Sisoi de la mano y lo lleva afuera. Sisoi no entiende por qué lo hace pero corre junto a su hermana desde el campamento hasta la playa estrecha. Se detienen a la orilla de la playa y mira fijamente hacia el mar. La luz de la luna se refleja sobre un témpano de hielo donde se encuentra un lobo marino mal herido…

  • ¿Aún podrá nadar el lobo marino? ¿Querrán salvarlo? ¿Cómo lo harán? ¿Cómo seguirá la historia? ¿Te gustaría continuar escribiendo esta historia? ¿Te gustaría hacer un dibujo o una fotografía de esta historia? Envíalo a mi correo electrónico y lo publicaré en tu nombre en la página web.
  • Continúa con la siguiente historia: 11. El pequeño lobo marino mal herido